Ubicado entre matas de café en un área rica en plantaciones, La Casona del Cafetal ofrece una preciosa vista del lago. En el terreno del hotel boutique con estilo clásico se cruzan senderos con lámparas, puentes, y un riachuelo rodeado de flores. Se disfruta el lugar caminando a través de los bosques y alrededor del lago Cachí.
El grupo de villas con tejados rojos reflejan las casas tradicionales de la región y cada una tiene el nombre de una variedad de café. El Catimor, la suite principal, tiene una chimenea grande en el centro, un jacuzzi, y un televisor de alta definición. Los pisos de madera y el techo alto con vigas contrastan con los modernos muebles en una mezcla estilística entre pastoral y urbano-chic. Una puerta corrediza de vidrio se abre hacia un espacio al aire libre con área de estar y con vista a la vibrante vegetación.
Las junior suites, con nombres como Catuai, Borbón y Obata, tienen terrazas que ofrecen similares vistas tropicales, con amenidades como aire acondicionado, lujosa ropa de cama, minibar y televisión de alta definición con canales premium. Las áreas de estar son acentuadas por el arte con tema natural. El café y los bocadillos son cortesía de la casa.
El restaurante es uno de los más conocidos en la zona, con una fuente y una gran escultura de madera con diseño indígena que da la bienvenida a los comensales. Hay asientos al aire libre que incluyen un amplio espacio de sombra frente a unos arcos de ladrillo. Las mesas cubiertas de mosaicos se cubren bajo los paraguas en el muy bien cuidado césped. La vista panorámica del lago es la clara definición de pintoresco. El comedor interior se encuentra bajo techos altos con arte que representa tanto a la cultura indígena como la influencia colonial. El desayuno que se incluye con las habitaciones empieza con fruta fresca, granola y yogurt, seguido de un abundante plato principal con huevos, tocino, y el tradicional plato de arroz y frijol “Gallo Pinto”.
Ofrecen el popular buffet de los domingos, con un menú variado con diversos platos como pescado, barbacoa y un bar de ensaladas frescas. El menú a la carta incluye entradas como la tradicional sopa de frijoles negros y crepas rellenas de espinaca y maíz dulce. Las entradas incluyen opciones como Guapinol, pollo a la parrilla en salsa de mango, y filete de trucha preparados al estilo pergamino. El menú de postres ofrece dulces como la especialidad de la casa, el flan de café, y el emblemático tradicional "flan de elote”. Sería negligente no mencionar el café, cultivado localmente en una región conocida por su producción de café y posiblemente una de las mejores variedades del planeta.
El lujoso spa tiene un área de estar con grandes ventanales que ofrecen tranquilas vistas de una escena verde exterior, incluyendo un espacio al aire libre con mesas de café en frente de hileras de plantas de café. Las salas de tratamiento tienen ventanas que también miran hacia la vegetación tropical. El lugar es muy popular para bodas que incluyen diversos temas como “El Grano de Zalmarí”, “La Flor del Café” y “Delicias del Lago”; también hay una zona de juegos para niños.
La Casa del Soñador está a 11 minutos a pie. La estructura de dos plantas fue completamente hecha a mano con ramas de café y bambú por el escultor Macedonio Quesada y tiene un estudio con artesanías de madera a la venta. A 20 minutos en coche se puede caminar por los senderos del Parque Nacional Tapantí, un bosque nebuloso con lugares para nadar y hacer picnic dentro de 58,323 hectáreas de naturaleza virgen. A 15 minutos en coche llega al pueblito Ujarrás con ruinas de una de las iglesias más antiguas del país. Construida a mediados del año 1500, la Iglesia de Nuestra Señora de la Limpia Concepción tiene bellos jardines visitados por lugareños y turistas.
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