Árbol de Fuego Eco-Hotel

Eco-Hotel en San Salvador

El nombre viene de un árbol que está frente al hotel que es como un guardia que protege la abundante flora y fauna del lugar. Una terraza ofrece vistas de la ciudad con el fondo volcánico que se convierte en una plataforma de observación que puede ser accesada por una escalera en forma de caracol.

Las Habitaciones

Las habitaciones tienen decoración sencilla, rústica y vibrante, miran hacia una tira de vegetación que sirve como un filtro de aire natural. El sonido relajante de la fuente se mezcla con la música del canto de los por pájaros. La eliminación de pesticidas tóxicos devolvió la vida a los jardines y llenó el espacio de amigos emplumados.


Parte de la decoración del hotel ha sido realizado por artesanos con capacidades especiales que usan materiales naturales como calabazas y bambú para crear obras, así como rótulos en los cuartos de baño que anuncian que el agua fue calentada con energía solar. Mucha de la decoración está hecha con el estilo salvadoreño de formas simples y colores primarios al estilo del famoso artista local Fernando Llort.

La Comida

La comida viene de fuentes locales y es en gran parte orgánica, incluye fruta sin pesticidas y huevos de granjas naturales que son parte de un desayuno que es incluido durante la estancia. Se sirve con jugo de naranja recién exprimido, hecho con máquinas manuales que sustituyeron los extractores eléctricos que consumían energía. Las comidas se sirven en un patio cubierto por un tranquilo jardín orgánico y con plantas de colores vibrantes.

Iniciativas Sustentables

La decisión de ser verde era una necesidad más que una opción para Carolina Baiza, la fuerza detrás de las iniciativas ecológicas en el establecimiento familiar. Los gastos extremos de energía eléctrica llevaron al negocio a una situación crítica en 2008. USAID, U.S. Agency for International Development, realizó una auditor&oiacute;a ambiental para identificar formas de reducir gastos de manera amigable con el medio ambiente. Se ahorró energía en varias formas. Las bombillas estándares fueron sustituidas por bombillas ahorradoras. Los condensadores de los aires acondicionados en la azotea fueron cubiertos para aumentar su eficiencia. El café se mantiene caliente en termos en lugar de cafeteras eléctricas. Los gastos de electricidad bajaron de alrededor de 1,300 dólares por mes a 300 dólares, y el hotel ha ganado premios de organizaciones que reconocen sus esfuerzos ecológicos.


El desperdicio del agua se redujo con reductores del caudal de agua en las duchas. Las habitaciones tienen una jarra de agua purificada, evitando así el uso de 5,000 botellas de agua plásticas al año. Para el lavado de ropa, el cloro fue sustituido por productos naturales, como detergentes sin fosfatos y limón para quitar manchas. La luz del sol es utilizada para secar el lavado de la ropa, que cuelga bajo un techo transparente de plástico para evitar el uso de la secadora.

Cerca

Cerca del hotel hay un pequeño parque que es el punto focal de la tranquila vecindad que está cerca de restaurantes populares entre los vecinos. El hotel también está cerca de museos, vida nocturna como la Zona Rosa, de tiendas y restaurantes, así como de los centros comerciales La Gran Vía y Multiplaza.

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