El tema de arte vibrante se encuentra en todo el hotel diseñado por el arquitecto Sherrill Broudy, con pinturas, mosaicos y tapices originales de su esposa Charlene Broudy. El lugar también está lleno de obras de arte como esculturas de madera talladas a mano, collages de brillantes colores con temas marítimos y cuadros abstractos que evocan un ambiente del arte popular de los años sesenta.
El hotel tiene bungalows conectados por veredas de palmeras que atraviesan jardines y atraen la fauna como mariposas y lapas rojas; también se cosechan las hierbas aromáticas y los vegetales que se utilizan en la cocina. Una piscina de entrenamiento en el centro del hotel tiene una cascada y está rodeada de ranchos y cheslongs. Por un lado hay un jacuzzi y en el otro una piscina poco profunda donde los niños pueden disfrutar. Al caminar hacia el océano, se cruza una amplia zona de césped con cheslongs a la sombra de los árboles. Luego se llega hasta la playa aislada rodeada de un fondo de palmeras exuberantes. La extensión natural de la suave arena negra ofrece hermosas vistas de la puesta de sol y de las perfectas olas del Pacífico para los surfistas.
El alojamiento incluye villas frente al mar y bungalows con jardín. Las villas tienen detalles como pequeñas piscinas, ventanales y terrazas privadas con vistas al mar. Los bungalows tienen asientos al aire libre en los jardines privados. Todo está diseñado en homenaje al estilo del arquitecto modernista John Lautner. Las habitaciones decoradas individualmente tienen puertas arqueadas, techos de madera pulida con diseño de olas, y amplios sofás que también se pueden usar como camas. La decoración incluye almohadas de colores brillantes y muebles de mimbre.
Las Villas y los bungalows con aire acondicionado acentúan el lujo con la TV de pantalla plana con canales premium y un minibar con jugos y agua gratis. Las duchas con mosaicos de cerámica tienen vista a los jardines y a otras duchas exteriores. También encontrará esponjosas batas de baño y exquisitos productos naturales de cuidado personal que probablemente desee robar (pero, por favor, no lo haga). Alma también tiene condominios con 3 y 4 habitaciones para grupos grandes.
Con una especialidad en cocina orgánica, el restaurante al aire libre Mosaic, tiene vista al jardín y a la playa desde cada mesa. El desayuno está incluido y se sirve con café local; incluye huevos, fruta, y el tradicional plato de arroz y frijol “Gallo Pinto”. Es probable que tenga la tentación de alcanzar una botella de salsa Lizano para añadir un toque del popular sabor local. Los mariscos se pescan en el área y las opciones incluyen filete a la plancha, tartar de atún y pargo rojo - servido todo al puro estilo tico. Si usted está buscando un coctel tropical, hay un bar al aire libre con vista al mar.
El spa continúa con el tema artístico con iluminadas salas de tratamiento con techo en forma de arco y amplios ventanales que dan a los exuberantes jardines. Se utilizan ingredientes orgánicos locales en el tratamiento como aromaterapia - o si lo prefiere, puede hundirse en un baño de barro.
Podrá llegar en 30 minutos en coche a Playa Jacó, un pueblo playero lleno de restaurantes y tiendas populares para los surfistas. En casi una hora en coche se llega al Parque Nacional Manuel Antonio, con diversos paisajes que van desde bosques hasta playas, el hogar de monos araña y perezosos. Los tours que salen desde el hotel incluyen actividades como canopy, rafting y paseos a caballo por la playa.